El reto del evaluador: equilibrio entre el método y la empatía

El evaluador se enfrenta a diferentes retos en cada proceso de evaluación, que van desde trabajar con candidatos difíciles, administrar los tiempos de la evaluación, coordinar juegos de roles y calmar candidatos nerviosos, hasta problemas técnicos, fallas en los equipos, interrupciones no programadas, entre otros. Pero sin lugar a dudas, el máximo reto es lograr el equilibrio entre la empatía con el candidato y el seguimiento del método establecido.

Para lograr un proceso de evaluación que transcienda en el candidato, es fundamental como evaluador, encontrar un equilibrio entre la estructura, la metodología, los pasos bien definidos y la empatía que se muestra al candidato, al hacerle saber que él ya estuvo en su lugar y está dispuesto a mostrarle el camino.

Para los que gustan las carreras de fondo, sería como encontrar el ritmo de carrera, ese paso que te exige, pero puedes mantener a largas distancias, es decir, ese punto donde avanzas más cansándote menos.

Para los amantes del salto ecuestre, es ese estire y afloje de la rienda que permite al binomio (caballo – jinete/amazona) una sincronía para aproximarse al obstáculo con una cadencia que reduzca al máximo las posibilidades de una penalización por derribe o desobediencia.

Entonces el balance es el reto, usar la empatía como elemento para conectar con el candidato y llevarlo a fortalecer y exponenciar sus capacidades, y no como excusa para acortar el camino, moldear lineamientos, restar transparencia al proceso y lo peor, quitarle al candidato la posibilidad de sumar credibilidad en sí mismo tras el logro bien ganado.

Tanto en la vida, como en la evaluación de competencias el reto es encontrar el equilibrio que nos permita trascender. 

Ana Kelley

Compartir:
Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Otras entradas

Abrir chat